Sunday, March 8, 2015

LOS ESTADOUNIDISMOS



El Futuro de los estadounidismos
                  El español, la lengua que los conquistadores españoles trajeron a las américas, se habla ahora en dieciocho países en las Américas, además de que se habla en España, en África, y en Asia. Desde el siglo XV, esta lengua que es la más hablada del mundo después del chino y del inglés tiene muchas variedades locales, hasta que los lingüistas reconocieran unos rasgos distintos en varias regiones. Estos pueden ser los mexicanismos, los argentinismos, los chilenismos, el español del Caribe u otros que nos muestran la variación lingüística con la que podemos distinguir de qué parte geográfica se habla.
                   ¿Por qué se produce la variación lingüística? De acuerdo con la Introducción a la lingüística hispánica (Hualde, et al. 393) “la lengua es producto de las relaciones sociales, políticas e históricas que tienen sus hablantes.”  Las características del hablante influyen en cómo se habla e intervienen los rasgos de la lengua original. Estas características pueden ser la región de dónde el hablante viene, pero también aún en la misma región existen variaciones depende del estatus socioeconómico, situaciones a/de quién se habla, o de qué siglo se hablaba históricamente. Como la cultura que rodea esta lengua hablada lo influye, el español sigue cambiando en contacto con los rasgos locales. Por eso, un concepto como “automóvil” se expresa también como autobús, bus, ómnibus, camión y camioneta, depende del hablante (BBC, 1).
                  Como existen las variaciones en estos estratos complejos, se busca lo que compartimos dentro de las variaciones para entendernos. Este español estandarizado es “una variedad estandarizada escrita” (Hualde, et al. 395) que los hispanohablantes comparten para entenderse entre sí. Pensamos que dentro de muchas variaciones habladas, los hablantes tratan de buscar el español común, pero naturalmente el español normalizado es el que se ha establecido por los hablantes pertenecienteran (check)  la alta cultura. Leticia Molinero1, que es una lingüista de la Academia Norteamericana de la Lengua Española2 llama a esta normativización como la norma social en la que los prestigios tienen muchísima influencia para establecer un estándar del español. Ella continúa diciendo que por eso no es buen proceso la normativización (2). 
No obstante, según Molinero, la norma formal que es la traducción de los documentos formales (muchas veces gubernamentales) establece el español normalizado porque los lectores que necesitan esta información no son solo los cultivados sino también el pueblo (2). Esta normativización en la traducción que ocurre en los Estados Unidos nos ha llamado más la atención cuando la Real Academia Española (RAE)3 ha incluido los estadounidismos por primera vez en su diccionario en 2012.  Sin embargo, ¿qué son los estadounidismos? ¿Por qué es tan importante este fenómeno ahora?
Lo que ocurre al español en los Estados Unidos es que hay variedades locales de español dentro de los Estados Unidos: el chicano del suroeste, el español-queño de Nueva York, el español cubano de Miami y de otros grupos más pequeños. Estos localismos también se mezclan entre ellos, produciendo el mexiqueño, el dominiqueño, y muchos más que sean posible con los matrimonios interhispanos y las comunidades multihispanas. Además, en los Estados Unidos, estas lenguas españolas de todas partes del mundo coexisten dentro del contacto con otra lengua: el inglés en la región norteamericana, influyendo en el español. Muchas veces la gente define todos los tipos de esta mezcla del español con el inglés con un término: el espanglish.
Hay quien piensa que el espanglish es un sinónimo del cambio de código (code-switching), como Wooland (2004) define “an individual’s use of two or more language varieties in the same speech event or exchange (73).”  El uso del espanglish es “espontáneo, localizado y contingente que se puede estudiar y caracterizar pero no se puede normativizar” (Molinero, 6). También el espanglish no es una lengua, sino una modalidad complicada del habla. En cambio, al traducir los documentos gubernamentales para que todos los hablantes del español con variedades entiendan la información, algunas palabras que existen en el español general manifiestan el propio uso y significado con la influencia socio-cultural estadounidense. A este fenómeno de la traducción se le llama estadounidismo.
Un buen ejemplo de este fenómeno de los estadounidismos es la palabra “departamento”, que se usa en expresiones como Departamento de Educación porque la entidad gubernamental estadounidense es más precisa expresada con la palabra “departamento” que con la expresión “Ministerio de Educación” para los hispanounidenses. El diccionario de la Real Academia Española define el estadounidismo como “palabra o uso propios del español hablado en los Estados Unidos de América”, que acaba de incluirse en 2012. Como este reconocimiento de la RAE es más recientes, este trabajo de investigación explica qué son los estadounidismos comparados con el otro término más conocido: el espanglish. También este trabajo explica en qué niveles de la lengua se usa, y por qué los estadounidismos son tan importantes.
¿QUÉ ES EL ESPANGLISH?
Es muy fácil confundirse los estadounidismos con el espanglish, porque alguien puede llamar estadounidismo a una palabra del español hablado en los Estados Unidos de América como mapear (algo muy típico del espanglish en que dos elementos están mezclados morfológicamente). Por eso, antes de hablar de los estadounidismos, hay que explicar qué es el espanglish para que podamos distinguir los dos.
Otheguy y Stern (85) distinguen los estadounidismos del llamado espanglish. El diccionario de la Real Academia Española define el espanglish como “modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos, en la que se mezclan, deformándolos, elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés.” El espanglish es “la modalidad del habla”, y se puede decir que es el español que habla el pueblo, en comparación con los estadounidismos, que es español usado en la traducción, por ejemplo.
El espanglish es “hablado” en las situaciones más informales, por ejemplo, en la calle, hogar, tienda, iglesia, etc. en la vida diaria de los hablantes que tienen o no tienen competencia lingüística de ambas lenguas. Por eso, una clave de la característica del espanglish es la lengua hablada entre los hispanohablantes que no necesariamente tienen formación, pero sí pueden usar la lengua oralmente con la influencia del inglés. Por eso, la palabra “espanglish” está asociada con la imagen negativa que se tiene del habla de las personas con menos cultura que no saben ni español ni inglés perfectamente y tienden a mezclar las dos lenguas (Arzte, 51). Con esta imagen negativa, se cree que  hay que evitarlo en la situación formal.
Sin embargo, estas mezclas de dos lenguas ocurren en cada nivel lingüístico y es más complicado y creativo de lo que se cree en un principio (Dumitrescu, 358).  Por ejemplo, en el caso del cambio de código como en “mamá, cómpramelo que aquí está on sale  (la cursiva es nuestra),”  el hablante no conoce la expresión en español “ganga ni liquidación” en el momento del habla, y puede ser más conveniente usar la expresión en inglés on sale (que posiblemente pueda ver el letrero escrito en inglés en frente del hablante.)  Como no tiene una regla fija cuando cambie el código, la frase como “mamá, buy it to me that is en la liquidación (la cursiva es nuestra)también se clasifica como espanglish. Así que algunos poetas usan el espanglish intencional para expresar con más precisión el significado literario que no es posible expresar sin el espanglish (Dumitrescu, 358).
Al explicar más el espanglish, en el nivel fonológico, los hispanohablantes adaptan “crismes” “beibisira” desde la palabra y el sonido del inglés o totalmente mantienen del inglés como “van” “junior” etc. En el nivel morfológico, mezclan los elementos morfológicos de dos lenguas para formar una palabra hibridada como “mapear” “textear” u otros. El buen ejemplo del nivel semántico puede ser los cognados falsos como “ministro” “aplicar” “embarazada” y también las palabras traducidas directamente del inglés al español como “ir para atrás” “correr para una oficina” etc. En el nivel sintáctico, se encuentran expresiones con función discursiva como “and” “so” “y’know” “anyway” etc. además del cambio de las reglas gramaticales como reducir el empleo del subjuntivo.4 Según Torres (330), al investigar el espagnlish in Nueva York, Shana Poplack dice que los hablantes que usan el “codeswitching” (el cambio de código) en el nivel sintáctico tienen competencias lingüísticas tanto en el español como en el inglés.
Sin embargo, hay que tener cuidado para llamar espanglish a todas las mezclas producidas en los Estados Unidos. Es dudable que un término como el espanglish se aplique a todos los casos de español usados en los Estados Unidos. Por ejemplo, la palabra bildin usada en el nivel fonológico no es totalmente igual que la palabra “edificio.” El “bildin” es una estructura de más pisos en los Estados Unidos comparado con “edificio” que es más modesto en la estructura. Este nuevo vocabulario como “bildin” se refleja bien el ambiente cultural donde los hispanohablantes viven. Otro ejemplo es el uso separado de “beisman” y sótano” donde uno es un apartamento subterráneo que encontramos con frecuencia en las ciudades grandes como Nueva York o Boston, y el otro es solo una pieza subterránea entre los cimientos de un edificio. Los hispanohablantes en los Estados Unidos saben la sutil diferencia semántica entre estos vocablos, y los usan con táctica en las situaciones diferentes.
Otheguy (236) también indica que “el vocablo espanglish demuestra…su incapacidad para describir el español norteamericano” en el uso de procesos sintácticos. Por ejemplo, los hispanohablantes de la segunda generación usan más los pronombres sujeto emparejados con el verbo conjugado, aunque en algunos casos como “yo canto” no es necesario mencionar “yo,” ni en el caso de “ellos” genéricos. Sin embargo, la ausencia de las palabras sintácticas ocurre tanto como el uso excesivo de los pronombres sujeto. Los hablantes omiten la preposición personal a cuando expresan “vimos Juan ayer (en lugar de “vimos a Juan ayer”). Así que entre los lingüistas, el espanglish todavía es una modalidad complicadísima a pesar de que muchos estudios se han realizado.
¿QUÉ SON LOS ESTADOUNIDISMOS?
Estos fenómenos del espanglish que ocurren en los Estados Unidos forman parte de la forma de “hablar” espontánea del pueblo. Se advierte que no debe confundirse los estadounidismos con el espanglish. Mientras que el espanglish es una modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos, en la que se mezclan, deformándolos, elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés (DRAE), los estadounidismos se refieren a las palabras que existen en la lengua española pero se aplica un significado diferente en los contextos sociales en los Estados Unidos. Estas palabras pueden venir del espanglish original, pero lo más importante es que las palabras están aceptadas en el nivel culto para expresar con precisión lo que existe en la cultura estadounidense.
El espanglish
Los estadounidismos
·         hablado
·         espontáneo y vulgo
·         variación entre lugares, hablantes, socioeconómicos, y más.
·         escrito / traducción
·         un nivel de uso “culto”
·         un registro formal /estándar
·         significado propio estadounidense
 Tabla 1: Características comparadas entre el espanglish y los estadounidismos
Entonces, ¿qué estadounidismos entraron al diccionario de la RAE? ¿Con qué criterios se seleccionan las palabras? Según el artículo del periódico El País, Eva Sáiz muestra la explicación del presidente de la ANLE (Academia Norteamericana de la Lengua Española), Gerardo Piña-Rosales, que los criterios de selección son “su grado de penetración en el habla, su presencia en la prensa o su uso habitual en las traducciones” (Sáiz, 1). Piña-Rosales añadió que ningún hispanohablante en los Estados Unidos va a entender si usamos la palabra Ministerio en vez de Departamento. Este fenómeno es algo muy específico de los Estados Unidos, al igual que el mexicanismo, el argentinismo, el puertorriqueñismo, etc.
El español equivalente
El uso del estadounidismo
Entidad, dependencia, organismo     
Agencia (Agency)
Solicitar
Aplicar
Un panecillo en forma de rosquita salada
Bagel
Mil millones
Billón

Blogueros
Alfombra
Carpeta
El pago de partido
Copago (copay)
Ministerio
Departamento
Beneficiario
Elegible (eligible)

Elegibilidad
Correo electrónico
Email
Apoderamiento / fortalecimiento
Empoderamiento (empowerment
Intoxicación
Envenenamiento (poisoning)
Reenviar
Forwardear
Persona de habla, origen o ascendencia hispana que reside en los Estados Unidos.
Hispanounidense
Designación común de los hispanounidenses
Latino
consulta
Práctica (médica)
Desfile
Parada
Asistente de abogados
paralegal
Una técnica delictiva de adquirir datos de usuarios de correo electrónico.
Phishing
Podología
Podiatría
El pago adelantado
Prepago
Receta
Prescripción
Una galleta con forma de lazo
Pretzel
Alquilar
Rentar
Sala de urgencia
Sala de emergencia
Completar, complementar
Suplementar
Adicional
Suplementario
Mil billones
Trillón
Microbús o camioneta. Viene de caravan.
Van

Tabla 2. Las palabras de los estadounidismos comparadas con el español equivalente.

La Tabla 2  muestra la comparación entre el español original y los estadounidismos que tienen significados propios para los hispanohablantes de los Estados Unidos. Para los inmigrantes de la primera generación a los Estados Unidos5 pueden darse cuenta del propio uso de estas palabras en los Estados Unidos, comparado con el español original. Sin embargo, para los hispanounidenses de la segunda y la tercera generaciones6 que crecieron en contacto con el inglés (aún se consideran bilingüe) no pueden negar la influencia del inglés en el español y han aplicado el nuevo significado, para expresar precisión en la cultura estadounidense.

¿EN QUÉ NIVELES SE USAN?
Estas palabras ejemplificadas no son todas las que existen. Actualmente la Academia Norteamericana de la Lengua Española está confeccionando el glosario propio de los estadounidismos. Al explicar los niveles lingüísticos, algunas palabras del nivel fonológico vienen directamente de los préstamos, como “pretzel” “bagel” “van” y muchas otras palabras de la tecnología como “email” “blogueros” por el fenómeno de la globalización. Los elementos morfológicos de dos lenguas para formar una palabra son “rentar” “forwardear” etc. En el nivel semántico, los cognados falsos como “ministro” “aplicar” “embarazada” se alinean con los significados en el inglés, mostrando los rasgos más distintivos lingüísticamente.
Los ejemplos del nivel sintáctico se aplican más en las situaciones orales, excepto los usos excesivos de pronombres sujeto. También el uso en favor de la palabra “sobrepeso” en vez de “gordo” es algo muy cultural en los Estados Unidos donde urge ser correcto políticamente mientras que la palabra “gordo” no es tan ofensiva en la cultura hispana.  Estos rasgos democratizados en los Estados Unidos se pueden ver tanto en los documentos oficiales como en los carteles en la calle, pero en forma escrita. 
            ¿Por qué se producen los estadounidismos? El fenómeno migratorio en los Estados Unidos y el auge de las comunidades hispanas en el país ha incrementado notablemente el número de hispanohablantes, convirtiendo a los Estados Unidos en el segundo país donde se habla más español después de México, con más de 50 millones de hispanohablantes (Crespo, 2014). Sin embargo, al examinar esta cifra entre los hispanohablantes que han inmigrado (la primera generación) y los que nacieron en este país (la segunda y la tercera generaciones), los nacimientos ya han superado la inmigración como el factor principal en la dinámica del crecimiento de esta población (Dumitrescu, 531). Este crecimiento de las segunda y tercera generaciones están cambiando los usos del español propios en los Estados Unidos, porque ellos nacieron en este país y crecieron bilingües. Algunos, aun bilingües con una formación alta, aceptan los usos distintos que son equivocados para el punto de vista de los hispanohablantes de la primera generación. Esta tendencia del crecimiento de las generaciones puede ser la causa y la aceptación de los estadounidismos. Según Dumitrescu (“El español…” 531), “el futuro del español en este país está, más que nunca, en manos no solo de los que siguen llegando a estas tierras desde varias partes del mundo hispano, sino también o quizás sobre todo – de los hijos y nietos de esos inmigrantes de décadas atrás.”

 CONCLUSION: LA IMPORTANCIA DE LOS ESTADOUNIDISMOS
Es indiscutible que los Estados Unidos es un país bilingüe. Los hispanohablantes en los Estados Unidos (en la segunda y la tercera generaciones) están cambiando el uso y el significado de la lengua española. Aunque el espanglish se considera el español oral, algunas palabras del espanglish son visibles en la forma escrita (Bazán-Figueres y Figueres, 261). Podemos ver estas palabras del estadounidismo, no solo en los carteles en el metro que son un ejemplo de publicidad comercial, sino también los documentos gubernamentales (en el sector público)  que les informan a los hispanohablantes que viven en los Estados Unidos.
 Aunque los estadounidismos son un fenómeno local que ocurre en los Estados Unidos como otros localismos, como los mexicanismos, los cubanismos etc., el reconocimiento del estadounidismo por la Real Academia Española (RAE) se puede indicar cuatro puntos importantes.
1)      Aceptar la fuerte presencia del español en los Estados Unidos.
2)      Reunir los localismos de varios lugares, sirviendo como estándar entre los hispanounidenses.
3)      Proporcionar modelos a los hispanohablantes en los Estados Unidos
4)      Quizás mostrar más variedades del español a otros países hispanos.
         Según Covarrubias, más del 90 por ciento de los hablantes de español residen en
Norteamérica, e América Latina (1), y los Estados Unidos reciben los inmigrantes de
estos países, incluso de España. Como los inmigrantes de todo el mundo que hablan variedades de español y conviven con la influencia del inglés, los estadounidismo pueden servirles como una lengua franca entre ellos. Así que, lo que está pasando en los Estados Unidos puede ocurrir en todos los países hispanos, porque con el sistema de globalización, otros países no pueden negar la influencia de los estadounidismos.
         En el libro de Spanglish: the making of a new American language, Stavans observa que el espanglish no es solo un fenómeno hablado y mezclado, pero con una fuerza global, el espanglish es hablado en todo el  mundo hispano, “de Buenos Aires a Bogotá, o de Barcelona a Santo Domingo” (5).
         Podemos ver cómo ocurre lo mismo con el latín vulgar. “En el siglo V, las provincias del Imperio Romano se quedaron sin centro unificador e iluminador de cultura y así empieza la deformación del latín vulgar, hablado en ellas y de cuya corrupción y mezclas, con las lenguas de la tribus de esas provincias, nacen todas las lenguas romances” (Placios, 1).  Lo diferente entre aquella época y ahora es un fenómeno global. Podemos conectarnos instantemente con otros países, y con la alta tecnología que cada día es creada y avanzada, nuestra lengua tiene más oportunidad de ser normativizada que nunca. Con este hecho histórico, los estadounidismos pueden desarrollar una lengua nueva o lengua franca entre los localismos hispanos, incluso también el castellano.
            La escritora valenciana Cristina Crespo escribe sobre los estadounidismos en su página web, “quizás algún día acabemos “rentando” un lugar y “vacunando la carpeta” para organizar una “parada” y celebrar nuestra lengua común. Quizás “apliquemos” para estudiar unas mejores y fructíferas relaciones, y lo hagamos dirigiéndosenos en español a un futuro presidente de los Estados Unidos.” Es muy posible que los estadounidismos puedan llegar a formar parte de la lengua franca hispania de nuestro futuro.










Notas Finales

1. Leticia Molinero es un miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) desde 1996. Como miembro de la Comisión de Traducciones Ténicas y científicas de la ANLE, participa en la redacción y revisión de Glosas.

2. Academia Norteamericana de la Lengua Española, o la ANLE, una de las 22 academias de
      la lengua española en tres continentes, es una corporación sin fines de lucro, fundada en 1973, cuya misión es apoyar, difundir, y fomentar el uso.

3. Real Academia Española, fundada en 1713 por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, «es una institución con personalidad jurídica propia que tiene como misión principal velar por que los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico», según establece el artículo primero de sus actuales estatutos.

4. Estos ejemplos se han tomado de la Introducción a la Lingüística Hispánica por Hualde et al (2010), Cambridge University Press, en el capítulo 8 El español en los Estados Unidos, escrito por Anna María Escobar 445-502.

5. La primera generación a los Estados Unidos, en este caso, son los inmigrantes de otros países hispanos que hablan el español como el primera lengua. No todos los inmigrantes aprenden el inglés, su segunda lengua, aunque viven en los Estados Unidos. Sin embargo, algunos aprenden el inglés como la segunda lengua, y son bilingües.

6. Los hispanounidenses de la segunda y la tercera generaciones son los hijos y los nietos de los inmigrantes de la primera generación. Ellos nacieron en los Estados Unidos, así que también crecieron con mucha influencia del inglés en su formación del español. Por eso, la tercera generación habla más inglés en comodidad que la segunda generación, aunque ambas generaciones pueden ser totalmente bilingües que ambas leguas son sus lenguas maternas.














Obras Citadas

Artze, Isis. “Spanglish is Here to Stay.” Education Digest. From the hispanic Outlook in
Higher Education. Sep. 2001, Vol. 67 Issue 1, 50-55. Print.
     
Bazán-Figueras, Patricia, Figueras, Salvador J. “Future of Spanglish: Global or Tribal?”
      Global Development & Technology, Vol 13. Issue ½, 2014, p261-266. Print.

BBC Nov 2 , 2012

Covarrubias, Jorge Ignacio. “Reconocen el aporte de la academia norteamericana de la lengua española al diccionario de nuestro idioma...” July 15, 2012. ANLE: Nueva York. Print.

Crespo, Cristina. “El Estadounidismo.” Diálogo Atlántico. La Universidad de Alcalá, Julio 24, 2014.

Dumitrescu, Domnita. “English-Spanish code-switching in literary texts: Is it still
      Spanglish as we know it?” Hispania, Sep. 2014, 357-359. Print.

--------------------------. “El español en Estados Unidos a la luz del censo de 2010: los retos de
      próximas decadas.” Hispania, 96 (3). Sep., 2013, 525-541. Print.

Hualde, José Ignacio, Antxon Olarrea, Anna María Escobar, y Catherine E. Travis. Introducción a la Lingüística hispánica. Segunda edición. Cambridge: Cambridge UP, 2010. 391– 502.  Print.

Molinero, Leticia. “El español de los Estados Unidos, un nuevo punto de partida.” Academia Norteamericana de la Lengua Española. 2011. 1-16. print.

Otheguy, Ricardo. “El llamado espanglish.” Enciclopedia del español en Los Estados Unidos. Anuario Del Instituto Cervantes.  2008. 222-246. Print.

Otheguy, Ricardo, y Nancy Stern. “On so-called Spanglish.” International Journal of Bilingualism. New York. Sage. 2010. 85-100. Print.

Placios, Odón Betanzos. “El español en Estados Unidos: problemas y logros.” Centro Virtual Cervantes. Congreso de Valladolid 2001. Print.
      http://congresosdelalengua.es/valladolid/ponencias/unidad_diversidad_del_espanol/3_el_espanol_en_los_eeuu/betanzos_o.htm

Poplack, Shana. Sometimes I’ll start a sentence in English y termino en español. En Li Wei, ed. The Bilingualism Reader. Londres: Routledge, 2000, 221-256. Print.

Sáiz, Eva. “Los ‘estadounidismos’ entran en el diccionario de la RAE.” El País: Cultura,
      Oct. 15, 2012. Washington, USA. 1.
      http://cultura.elpais.com/cultura/2012/10/10/actualidad/1349893853_744008.html

Stavans Ilan, Spanglish: the making of a new America language, Harper Collins, New York,
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